
Un proyecto anhelado que busca una buena relación entre el peatón y la bicicleta.

En el mes de Junio del 2020 se iniciaron las primeras fases de construcción de este tan suplicado proyecto, donde un grupo de obreros municipales realizan trabajos de construcción de las rampas de una ciclorruta que en un tramo de 100 kilómetros incorporaría a hospitales, mercados, centros comerciales y demás sitios en los cuatro puntos cardinales.
Este proyecto que tiene como trasfondo convertir a Guayaquil en una ciudad con bases de sostenibilidad y amigable con el medio ambiente, forma parte del plan maestro diseñado en la administración municipal de Cynthia Viteri, recalcando que por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus se ha acelerado la implementación de la ciclorruta con el fin de evitar aglomeraciones tanto en el servicio de bus público, en el sistema de Metrovía y además en las calles con la alta demanda de usuarios los autos particulares

“La cicloruta es un proyecto necesario, que además debe incluir un plan completo que marque la ruta, que indique cual es el norte y que sepamos a dónde vamos”
Arq.Luis Alfonso Saltos
La primera fase de este proyecto abarca 40 kilómetros, el circuito comprende las avenidas José Rodríguez Bonín, Barcelona, 9 de Octubre y Malecón, más las calles Portete, Argentina, García Moreno, 10 de Agosto, Junín y Hurtado. Algunos tramos serán bidireccionales y otros tendrán la misma orientación de la calle.
Una visión integral

El arquitecto Luis Alfonso Saltos, experto en planificación urbana, menciona que el problema de la movilidad es un problema integral al cual no se le pueden buscar soluciones puntuales; por eso primero se deberían resolver problemáticas como el transporte público, el congestionamiento vehicular y temas relacionados a las calles y aceras. Considera además que uno de los problemas heredados en Guayaquil, y en muchas ciudades del país y del mundo, es creer que se puede solucionar el problema de la movilidad con proyectos específicos, cuando en realidad se debería ejecutar un Plan Macro de Movilidad Sostenible que defina los criterios, lineamientos, parámetros, objetivos, alcances, programas, proyectos, tiempos y presupuestos y además involucrar indicadores de evaluación que den como resultado si lo antes planteado se genera y desarrolla de una forma eficiente, “Algunas veces hay que arriesgarse para descubrir cosas nuevas y la movilidad sostenible es eso, es dejar por un instante el confort y la seudoseguridad de estar en un auto particular y apostar por algo nuevo y creería que esto permitiría a los ciudadanos en general redescubrir a la ciudad, porque andar en bicicleta es disfrutar de la ciudad de una forma diferente que andar en carro” finaliza.
Según los directores y encargados de la ciclorruta, este proyecto forma parte de un concepto de movilidad sostenible; además, no descartan la idea que a futuro se pueda implementar rutas con un enfoque turístico, pero siempre partiendo desde una base importante que es el tema de educación vial, en donde se aprenda a que los usuarios con autos particulares respeten a los peatones y a los ciclistas. La Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) continúa con su propuesta de bicicleta en la ciudad, que incluye varios componentes como el de poner estos vehículos alternativos a disposición de los usuarios, un claro y marcado ejemplo de una ciudad sostenible y amigable con el ambiente.