
En lo que va del segundo trimestre del año, el Ecuador ha sufrido atentados en el ámbito delincuencial de manera grave. Vendedores y locales comerciales ven con preocupación esta situación.
Unos de los principales dolores de cabeza que ha tenido que soportar la administración del presidente Guillermo Lasso es el tema de seguridad nacional, en lo que va de año la delincuencia no da tregua y los niveles de violencia van en aumento de manera desenfrenada. Las claras opciones del Gobierno y las más llevadas a cabo son la implementación de estado de excepción y su consecuente toque de queda.
A partir del 1 de noviembre se dispuso la restricción de la circulación de personas y vehículos en las calles desde las 21h00 hasta las 06h00 en las ciudades de Guayaquil y Esmeraldas por los hechos violentos registrados en los mismos. Esta medida obliga a los comercios a ajustar sus horarios de atención, incluso instituciones de educación superior han dispuesto se lleve a cabo clases virtuales para no detener sus actividades.
Esta implementación de seguridad prevé reducir el índice de muertes violentas, atentados a UPCs y organizar de mejor manera los cuerpos de ley para brindar un contingente efectivo que devuelva la paz a los ciudadanos. Pero parece que no toda solución es suficiente, con el toque de queda, entre las 21:00 y 05:00, la atención de todos los negocios, en general, obliga a los usuarios buscar la manera de adelantar compras para abastecerse, caso que en mayor medida es alarmante en el sector gastronómico, cuya afluencia de comensales inicia a partir de las 20h00 aproximadamente.
Julio Velazco, propietario de ´Velazco Pizza´ tuvo que cambiar el horario de atención de su establecimiento de 16h30 a 23h00 a 14h00 a 20h00 tratando de ajustarse a la disposición y cumplir con su clientela. “a pesar de abrir temprano, tuvimos que buscar la manera de no parar, aunque la delincuencia esté terrible no se puede dejar de trabajar” menciona.
El sector turístico está conformado en su mayor parte por restaurantes y genera empleos eventuales en un 30%, cuyo mes de más demanda es el de diciembre en el marco de las festividades de navidad y fin de año, de extenderse las restricciones estas afectarían considerablemente al sector tal como se lo vivió en la temporada de pandemia Covid 2019 como lo asegura Francesca Ferrero, expresidenta de la Asociación de Restaurantes del Guayas y dueña de dos restaurantes. “Yo personalmente he tenido que jugar con los horarios y tratar de mantener las horas de todo el mundo para no afectar a mis chicos, porque es la única manera de, por el momento, sostener”, comenta Ferrero.
Este motivo ha llevado a propietarios de negocios, representantes de gremios de turismo, restaurantes a hacer un llamado al Gobierno Central para que elimine la restricción del toque de queda, pero que continúe el estado de excepción en Guayaquil. En su pronunciamiento dan a conocer la afectación en la facturación de los comercios, especialmente los de carácter nocturno. «Los negocios a las 17:00 quedan vacíos, los bares, restaurantes, discotecas, hoteles” mencionó al diario Expreso Holbach Muñeton, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo del Ecuador, quien también mediante un tweet advierte la preocupación de tener que despedir a trabajadores por falta de pago de obligaciones

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